Jesús vino al mundo para dar testimonio de la verdad y la verdad os hará libres.
Las palabras que habló no eran suyos, sino del Padre, que envió a Jesús al mundo.
Él vino a un mundo lleno de oscuridad.
Era y es la luz de quien todo oscuridad huye.
Sus palabras son ligeras y tienen el poder de dar vida a todos los que creen.
Sus palabras son un mensaje de esperanza a todos los que están en la desesperación.
Sus palabras restaura el amor a los que han hundido en fosas profundas de amargura.
Sus palabras traen paz a aquellos cuyas vidas están llenas lleno de turbulencias.
Sus palabras son vida y tienen el poder de traer la salvación y la vida eterna a todos los que creen en ellos.
ˇAleluya!